Sobre un terreno con pendiente descendente nos dimos a la tarea conceptual de perder la casa entre la naturaleza, enterramos la planta baja 2 metros del nivel de banqueta de modo que solo saliera el segundo piso de este nivel, creando una serie de plataformas naturales al frente de la fachada, las cuales alojan una vegetación frondosa que hace que las plantas sean las protagonistas indiscutibles al ver la fachada principal.

Una vez logrado este efecto de perder la casa, quisimos entrar por un costado a manera de casi tener que buscar el acceso peatonal como en una casa de Frank Lloyd Wright, en la que no se le da importancia al acceso como tal, sino a la experiencia de estar sumergido dentro del proyecto.

De nueva cuenta una vez dentro de la casa la vista se abre hacia la cañada y se muestran sus dos jardines en desnivel, los cuales hacen de esta residencia, un lugar completamente funcional y privado.