Ubicado en una de las zonas más codiciadas de la Ciudad de México, se nos encomendó la tarea de modificar un departamento de 216 m2 recién entregado y remodelado por un tercero.

Desde el inicio, como es costumbre de nuestro despacho, decidimos abrir grandes espacios de luz y dobles alturas, características de las cuales carecía el departamento, ya que era obscuro, con pasillos que desperdiciaban espacio y cuartos muy pequeños invadidos por diferentes áreas. Debido a esto y con la intención de darle su verdadero valor a un departamento con esta ubicación y de estas medidas, nos dimos a la tarea de reducir al mínimo las circulaciones y llevar al máximo la experiencia de trasladarse de un espacio a otro.

Comenzamos por abrir el corazón del departamento y justo al centro del mismo ubicamos las escaleras de acero, generando de esta manera una doble altura. Abrimos ventanas hacia el cubo de iluminación, el cual rematamos con una celosía de madera sólida de teka. Es, a un costado de este cubo de luz, donde se encuentran, a manera de un bloque de madera, las áreas de servicio, closets y baños de visitas. Por este mismo pasillo se accede a dos recámaras completas con baño y vestidor, siendo el de la recámara principal el de mayor importancia y tamaño como lo solicitaba el cliente, generando una gran modificación estructural al proyecto original.

Para aprovechar todos los espacios, tomamos una decisión crucial, ubicar la cocina en la planta alta y dejar en la planta baja, a manera de recibidor, la sala. Al trasladar la cocina a la planta alta, generamos un espacio que se integra con la terraza y el comedor por medio de un cancel totalmente corredizo, que junto a unas jardineras y enredaderas a manera de muro verde, flanqueado por una chimenea de gas y un asador, componen un área social creada para ser aprovechada al máximo.

Con este espacio, ampliamos la planta alta por casi 30m2 y originamos una tercer recámara/sala de tv que conecta con una terraza que estaba desperdiciada inicialmente. Para trasladarse de la cocina a la sala de tv, se atraviesa la doble altura a través de un puente con un librero de piso a techo, equipado con luz indirecta, que es el protagonista del recorrido, extendiéndose hasta la sala/recámara número 2 y rematando con una terraza, la cual aprovechamos al 100% abriendo nuevamente un ventanal de piso a techo corredizo que integra completamente el espacio.

Desde que iniciamos el proceso de diseño pensamos en integrar al programa arquitectónico el mobiliario de la empresa MAPER, propiedad del despacho, lo cual nos dio la libertad de ubicar distintos elementos como lámparas muebles y remates desde el primer momento.

Algo que teníamos siempre en mente fue el espacio a doble altura, del cual colgamos unas lámparas redondas de acero inoxidable, las cuales reflejan todo el espacio y le dan más amplitud e iluminación al departamento.

Al realizar este proyecto llave en mano, pudimos trasladar el estilo del despacho, convirtiendo nuestras ideas y nuestra manera de vivir los espacios, en una realidad.