La casa que flota entre los árboles, prueba de que la relación arquitecto/cliente puede llegar a un resultado inesperado.
Casa Durmiente
Salazar
2018
Con una idea y varias de imágenes empezamos este proyecto en conjunto con Alejandra Gallego (Muro Blanco) quien tenÃa muy claro el estilo que querÃa y el cual ayudamos a aterrizar. En un terreno con alto grado de complicación debido a las pendientes, árboles, una casa existente y un derecho de paso que comunicaba con otros lotes, nos dimos a la tarea de crear esta âcabaña en el aireâ, la cual estarÃa conformada por columnas que se transformarÃan en ramas que sostendrÃan la techumbre y troncos que se convertirÃan en muros.
Constituida por una mezcla de estructuras low tech, ornamentos rústicos y una vegetación que aparece a cada paso de la casa, es como describirÃamos la obra final en el que un vestÃbulo iluminado y lleno de vegetación da paso a los dos niveles de uso diario, acompañado de un tercer medio nivel que aloja las áreas públicas. Esto es lo que decidimos en conjunto para lograr una casa habitable y funcional a pesar de estar en un terreno con pendientes múltiples.
La orientación del sol y las vistas fueron claves para la posición de la casa, asà como los jardines escalonados que se lograron a raÃz del movimiento de tierras, formando asà varios espacios habitables dentro del bosque en sÃ.